Orientaciones para el análisis literario 11º

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ELEMENTOS PARA EL ANÁLISIS LITERARIO

1.  Biografía del autor: Realice un párrafo en el que sintetice los aspectos más importantes de la vida del autor, haciendo énfasis la información o experiencias que hayan influido para la escritura del libro.
2. Corriente literaria: La corriente literaria es el conjunto de características tanto en la forma de escribir como en la temática, de común acuerdo con las condiciones sociales de una determinada época. Una corriente literaria puede permanecer durante varias épocas o menos de una. De esta manera, las épocas y corrientes literarias más significativas son la época antigua con las culturas orientales; la época clásica con Grecia y Roma, y la Edad Media con el feudalismo. A partir de ella surgen las demás.
Describa brevemente la corriente literaria a la que pertenece el libro y cuáles características  tiene este de la época a la que pertenece.
3. Tema y problemática de la obra: El tema, también es conocido como asunto de la obra. Los temas pueden ser: el amor, la guerra, el odio, la explotación económica, la esperanza, la revolución socialista, etc. Cada autor tiene un tema que tratar y a partir del análisis nosotros estaremos en capacidad de poderlo reconocer y especificar.
Realice un párrafo en el que especifique el asunto principal de la obra y destaque los subtemas.
4. Descripción de los personajes: Un personaje es cada uno de los seres, ya sean humanos, animales o de cualquier otro  tipo, que aparecen en una obra artística. Más estrictamente, son las personas o los seres conscientes de cualquier tipo, que se imagina existen dentro del universo de tal obra. Los personajes principales y secundarios, aparte de la apariencia física, debemos mirarlos desde lo sociológico, para identificar su procedencia de clase, pues, esto incide en su comportamiento. Igual, se debe hacer desde la visión ideológico-político, pues cada personaje tiene una concepción cosmogónica y por lo tanto asume una posición frente a los problemas de la sociedad en la obra. El análisis se encargará de interpretar la manera de pensar del
personaje y su actuar en el mundo.
Según lo leído, realice una descripción del personaje principal y secundario.
5. Marco histórico- literario de la obra: El marco histórico es sumamente importante, ya que debemos encuadrar la obra en la época en la que está escrita. Los autores, son hijos de su época histórica y, por tanto, sus comportamientos, sus pensamientos y sus deseos son consecuencia de esa época a la que pertenecen.
Describa en tiempo histórico al que pertenece la obra, acontecimientos relevantes que hayan sucedido y aparezcan allí. Estos son de tipo político, social, bélico, ideológico o religioso.
6.Tipo de narrador: El narrador es un personaje creado por el autor que tiene la misión de contar la historia. Hay diferentes tipos de narrador según la información de que dispone para contar la historia y del punto de vista que adopta.
Describa el tipo de narrador de la obra  y ejemplifique.
DE 3ª PERSONA
          NARRADOR OMNISCIENTTE (que todo lo sabe). El narrador omnisciente es aquel cuyo conocimiento de los hechos es total y     absoluto.      Sabe lo que piensan y sienten los personajes: sus sentimientos, sensaciones, intenciones, planes…
NARRADOR OBSERVADOR. Sólo cuenta lo que puede observar. El narrador muestra lo que ve, de modo parecido a como lo hace una cámara de cine.
DE 1 ª PERSONA
NARRADOR PROTAGONISTA. El narrador es también el protagonista de la historia (autobiografía real o ficticia).
NARRADOR PERSONAJE SECUNDARIO. El narrador es un testigo que ha asistido al desarrollo de los hechos.
DE 2 ª PERSONA
El narrador HABLA EN 2ª PERSONA. Crea el efecto de estar contándose la historia a sí mismo o a un yo desdoblado.
7. Tiempo: En el análisis literario se deben contemplar todas las perspectivas del tiempo: cronológico, histórico (del que ya se ha hablado arriba) y ambiental. El tiempo cronológico (o tiempo interno) es el que se mide con el reloj, así que podemos decir que, el reloj de la obra es el tiempo cronológico. Se refiere al trascurso de horas, semanas, etc., en las cuales se desarrollan las acciones de la obra narrativa. Tradicionalmente ese tiempo fue lineal y sucesivo, pero los autores modernos, lo modificaron, dando saltos, retrocediendo, circular, etc., este es conocido como tiempo interno de la obra. El analista de la obra debe identificar el tiempo en que transcurrió la obra. El tiempo histórico, se refiere a la época o modo de producción que enmarca la obra literaria. El lector puede profundizar sobre este tiempo para ampliar su visión y entendimiento de la obra. El tiempo ambiental permite establecer los climas referenciados en el tiempo interno, si hace frio, calor, si el viento doblega los altos árboles, etc. este tiempo puede ir asociado a los sonidos, olores y percepciones del medio ambiente.
7.Describa  solamente el tiempo cronológico y ambiental de la obra.
8.  Espacio: Es el lugar donde se desarrollaron los acontecimientos narrados. ¡¿Dónde ocurrieron los hechos?! El espacio se puede dividir en dos: lugar genérico y lugar específico. Llámese genérico el espacio amplio, el continente, país, ciudad o región donde se lleva a cabo las acciones en la obra literaria. Llámese espacio específico, al que el narrador da mayor importancia y describe en detalle.  Describa el espacio de la obra.
9.   Definición del tema o autores que hablan de mi tema escogido: Los temas son generales, en cierto modo abstractos, porque toman como base de su esencia un cierto universalismo; así se puede hablar de los temas del amor, de la muerte, de la vida, del paso del tiempo, de la guerra, del odio o de la avaricia, del viaje mítico o de la ira, por poner unos pocos ejemplos. Son temas presentes en todas las culturas, o en una gran mayoría de ellas, que los tratan de manera diferente, conforme a los valores y tradiciones de cada una de ellas.

Dicho de otro modo: los temas literarios son aquellos asuntos principales sobre los que gira la trama y que conducen, en último término, a los conflictos primarios ideados por el autor. Aunque también pueden existir temas secundarios, que interaccionan con los primarios y dan relieve a toda la trama sobre la que se edifica la obra literaria, enriqueciéndola.

Por el contrario, el motivo es concreto: la muerte heroica, el amor imposible, la vida ilusoria, el odio patológico, la avaricia extrema, etc. Representan una concreción de los grandes temas universales y abstractos. El amor es una gran palabra, un gran concepto… y como tal se engrandece hasta hacerlo imposible de visualizar. Pero si pensamos en amores cotidianos, entonces vamos poniendo el foco sobre asuntos más mundanos y, por tanto, cercanos. A un escritor le sería muy difícil hablar del amor en general, pero si piensa en dos personajes concretos, una madre y su hija, por ejemplo, ya puede imaginar un cierto tipo de amor, y reflejarlo con palabras en su novela, cuento… o poema. Consulte sobre la definición del tema escogido y elabore los argumentos requeridos.   

OJO PUES!!

EJEMPLO
Las consecuencias de la guerra en la vida posterior de los personajes de los cuentos de Emilio Díaz Valcárcel

     Emilio Díaz Valcárcel, escritor de la generación del ’50 en Puerto Rico hace de su literatura memoria de una guerra.  A los veinte años es reclutado por el ejército de los Estados Unidos y enviado a la guerra de Corea, experiencia que deja huella en buena parte de su obra, aportando una nueva temática a la literatura hispana.  

     Es, precisamente este tema el que me atañe en este trabajo. Cuentos como “El sapo en el espejo”, “Napalm”, “El regreso” y “Los héroes”;  traen consigo más que un relato sobre hombres  puertorriqueños que estuvieron en la guerra de Corea.  Cada relato es el drama  de un personaje distinto,  pero que tienen en común un hecho histórico que nos deja plasmado también un clamor de indignación. Así pues, Valcárcel  recoge  en estos cuentos los variados conflictos de los soldados y las consecuencias de la guerra en la vida posterior de cada uno. Me basare entonces para este análisis  en los postulados sobre la  biopolitica según Foucault y Hannah Arendt. Como también  en la publicación de Freud  respecto al malestar de la cultura.

     Primero que todo, para tener un conocimiento más profundo sobre la temática de estos cuentos, es importante  tener en cuenta el marco histórico desde la época del 40 hasta la del 50. Época de la que hace parte la literatura de  Valcárcel. Tenemos entonces, que  en el mundo, finaliza la Segunda Guerra Mundial y lanzan la segunda bomba atómica que afecta Hiroshima y Nagasaki. Gobiernan sistemas dictatoriales a los países de Hispanoamérica. Se mantiene una “Guerra fría” entre Estados Unidos y Rusia, luego, ocurre la Guerra de Corea.

    Ahora bien, los dos últimos sucesos afectan directamente a  Puerto Rico,  pues los intereses militares norteamericanos dominan en la isla desde 1898 hasta 1945. A lo anterior  Juan Carlos Rodríguez en su escrito: del trauma de la literatura al relato del trauma, expresa:

 La presencia militar norteamericana en la isla obedece en sí misma a intereses económicos, simbólicos y biopolíticos en relevo con intereses geopolíticos y estratégicos. Un ejemplo de ello es la primera participación masiva de los puertorriqueños en un conflicto bélico norteamericano, la Guerra de Corea de 1950, que si bien respondió a intereses simbólicos norteamericanos en el contexto de la Guerra Fría (la incorporación de la minoría puertorriqueña en la defensa planetaria de la “libertad” y la “democracia”). (2009, p. 1140)



     Así pues, una de las formas de entender el impacto cultural  de Puerto Rico al sistema militar norteamericano, sería a través del análisis de las representaciones literarias de las historias de trauma de los hombres que vivieron los encuentros y desencuentros coloniales puertorriqueños con las fuerzas federales norteamericanas. El objetivo de este análisis, consiste en comprender los conflictos específicos de los soldados y los traumas generados en su  vida posterior.


     En este sentido,  en el cuento “El sapo en el espejo”  podemos apreciar la tragedia de un hombre que a raíz  de su invalidez, su relación de pareja fracasa al fracasar su relación sexual. También en el cuento “Los héroes”, lo único que queda de Artemio es la locura y pérdida de su identidad. Pues  mata a dos hombres en un bar, creyendo que aún está en guerra. Enseguida está el cuento “El regreso” en el que un hombre que regresa de la guerra  está ansioso  por un rencuentro intimo  prometido por su novia. Pero el trauma de la guerra lo deja con una mutilación que le genera autodesprecio, a tal punto que frustra su encuentro con Catalina. Como último cuento seleccionado está, “Napalm”. Historia del centinela Rivera que al ver el horror de la guerra queda  atónito de toda  la destrucción que esta genera, e indignado tira su arma y  extiende sus brazos rendido.


     De acuerdo con lo anterior, a través de estos relatos, se narran los procesos de edificación y significación de una memoria traumática gestada a partir de ese acontecimiento, que funciona como muestra y metonimia del horror que les impide encontrar la felicidad en una vida posterior. Pero ¿qué es la felicidad?  Según Freud (1977) en su publicación: el malestar en la cultura, dice:

La felicidad encierra un doble objetivo: evitar el dolor y el sufrimiento por una parte y «experimentar intensas sensaciones placenteras» por otra.  Aunque se haga especial hincapié en esta segunda vertiente, las posibilidades de sufrimiento son muy grandes, y pueden venir de tres lados; del propio cuerpo, del mundo exterior y de las relaciones con los demás seres humanos. Por esto, acostumbramos a rebajar nuestras pretensiones, y con tal de no sufrir, ya nos damos por satisfechos. De todos modos, si el mundo exterior impide la satisfacción de los instintos –sentido natural de la felicidad– esto mismo es causa de intensos sufrimientos. (p.2)




     Esto lo vemos claramente  en el cuento “El sapo en el espejo”. Un hombre que pierde sus piernas en una noche coreana,  queda  destinado a una silla de ruedas. Intenta evitar su sufrimiento y dolor al querer restablecer su matrimonio, retomando la relación sexual.  Pero lo único que recibe de su esposa es el rechazo e intolerancia: “Ella le empujaba el rostro, la mano apretada contra la frente que embestía con sólo el apoyo del cuello y del torso […]  los dedos de uñas rojas empeñados en el rechazo. –Es lo único que puedes hacer – dijo él de improviso, entre sus rodillas -. ¿Cómo acercarme a ti en la forma en que tú necesitas? (p. 27)”.  Así pues,  este hombre no llega siquiera a experimentar esas intensas sensaciones placenteras, aquí, reflejadas en el deseo sexual, que podría ser su felicidad.  También se manifiestan en este personaje las otras tres posibilidades de sufrimiento.  La primera  y  más obvia es la del propio cuerpo,  pues la mutilación de sus piernas lo deja reducido  en un ser despreciado y auto-despreciado. Aquí, un espejo  es el encargado de reflejarle la realidad que él  se niega  a aceptar, pues  ahora parece un  “sapo”: “Se sintió  inmundo y la imagen del animal se le grabo en el cerebro. Esa noche, bajo la bombilla, en el aire líquido  y amarillento, el espejo había golpeado de muerte su esperanza.” (p. 28)

     Siguiendo con  esta misma línea, los dos siguientes posibilidades de sufrimiento del mundo exterior y de las relaciones con los demás seres humanos.  Están relacionas estrechamente, pues un hombre severamente mutilado y traumatizado por esta, queda prácticamente excluido de la aceptación de la sociedad por su apariencia física, además de que muere toda esperanza de reconstruir su vida sentimental y quedan restringidas en él las pulsiones libidinosas que nombra Freud,  que le permiten mantenerse en el orden social para lograr la felicidad


     De manera similar, en el cuento “el regreso”. Un joven  vuelve ansioso al rencuentro con su novia Catalina quien antes de partir a  la guerra le había prometido: “Cuando vuelvas seré tuya”. Estas palabras se reiteran hasta el final del relato  acentuando el deseo sexual que lo mantuvo  esquivando los obstáculos de su mundo exterior, el del horror del sufrimiento en guerra y el desánimo e incomprensión del significado de una sonrisa.  Aun así, luego de su mutilación su deseo por tener a Catalina seguía latente. Entonces su forma de felicidad encierra el objetivo de «experimentar intensas sensaciones placenteras». Pero esto no llegan a cumplirse, pues la pregunta “¿Por qué tengo que volver a esto?” que aparece dos veces en el relato;  lo atormenta con el hecho de tener que volver a una vida, una cultura  en la que sufrirá al relacionarse cuando aún no se siente preparado psicológica y físicamente a causa del trauma de  guerra.  Y finalmente, en la puerta a punto del rencuentro con Catalina decide huir del posible rechazo.  A lo que Freud (1977) afirma:

Es frecuente que el hombre trate de conseguir la satisfacción de sus impulsos esquivando los obstáculos del mundo exterior, ya sea mediante la sublimación, ya sea recurriendo a ilusiones o imágenes, como pasa en el arte,ya sea volviendo la espalda al mundo, como hace el ermitaño. (p. 2)

     Ahora bien, en estos dos cuentos los personajes hacen parte del reflejo de los penosos efectos de la guerra en los jóvenes puertorriqueños que habían sido obligados a combatir en ella, que o bien habían perdido la vida por una causa que no era la suya, o bien regresaban a sus casas gravemente mutilados o severamente traumatizados por los horrores vividos durante su reclutamiento forzoso en el ejército norteamericano. Así pues, el escritor Emilio Díaz Valcárcel revela con agudeza en estos relatos, la construcción de una mirada imperial, expansionista, interesada en validar su empresa colonizadora, a la vez que subraya los modos en los cuales esa mirada imperial repercutió en las construcciones identitarias del pueblo puertorriqueño .En este sentido,  Valcárcel  se refiere aquí al interés geopolítico de los militares norteamericanos hacia Puerto Rico, en las décadas que van de la guerra de Corea a la de Vietnam (1950-70), y que fue transformándose en un interés biopolítico en favor de la militarización de la población de la isla, a ser activada en tiempos de guerra. Este interés biopolitico, es entendido como  “la administración de la vida de las poblaciones” según Foucault  en 1975.


     Así pues, en el cuento  “Los héroes”, Valcárcel relata la historia de Artemio. Un hombre  que regresa completamente traumatizado de los horrores de la guerra. Su trauma refleja, un complejo problema psicológico que le impide  adaptarse  a ambientes habituales y lo dejan totalmente perdido de su identidad.  Antes, un cohete  que probablemente le producía diversión, ahora hace parte de los efectos de la guerra: -¡Le tiene miedo a los cohetes! – cacareó uno de los borrachos. /-¡Como los perros cuando oyen un cohete!/-No es culpa suya – la muchacha sirvió tres cuba- libres. /- No se rían, no es su culpa. / El más bajo se puso serio. / ¿Te gusta, no?/ Déjenlo, no se metan con él. / De los guapos de aquí, ¿no?/ Es algo que no está en él, no es culpa suya… (p.88). Luego de esto, Artemio víctima de una mala broma de estos borrachos que lo azuzaban, cree que está en guerra y termina matándolos cuales viles enemigos. Vemos aquí entonces,  el resultado de la biopolitica y poder norteamericano sobre  la vida del pueblo puertorriqueño, que desde los postulados de Hannah Arendt (1974): “es el eslabón perdido que nos permitiría comprender el vínculo existente entre la diseminación de la violencia y la pérdida de sentido de lo político en nuestras actuales democracias de masa y mercado, por un lado, y los horrores perpetrados por los regímenes totalitarios,  por otro”(p. 3).

     Asimismo, en “Napalm”, Díaz Valcárcel refleja a través del centinela Riviera, a la perfección el clima de terror, angustia y desesperación generado por la prepotencia belicista estadounidense durante el amplio lapso de tiempo comprendido entre las guerras de Corea y Vietnam; y, al tiempo que vuelve a dejar bien patentes los efectos traumáticos causados en la juventud puertorriqueña por la obligatoriedad de incorporarse al servicio militar estadounidense:

Se detuvo cuando sus botas tropezaron con una osamenta. Se volvió, dejó errar la vista a su alrededor y descubrió más allá de una profusión de arboles requemados. Lo que mese antes le había parecido un milagro: el pequeño macizo que inconcebiblemente  sobreviviera al bombardeo. Al  asomarse al interior encontró los esqueletos de la mujer y del niño, abrazados aún sobre la tierra donde comenzaba a despuntar yerba enfermiza. Unas espadañas atravesaban el espaldar de la mujer. Se persiguió  con sorpresa, porque   le  llegó  de improviso ese movimiento de los dedos. (p. 133)

     Posteriormente este centinela se rinde ante la indignación, se rinde al extender sus brazos y entregando el fusil. Aquí, Valcárcel plasma también el clamor de indignación que brota de otras muchas partes del mundo ante las operaciones bélicas llevadas a cabo en Asia por las tropas norteamericanas. De esta manera se  puede corroborar que  la biopolitica adoptaba por norteamerica  para su colonización  en  Puerto Rico solo convirtió la violencia en el denominador político, lo que trajo consigo los efectos dramáticos de la sumisión al poder imperialista estadounidense.

    En conclusión Emilio Díaz Valcárcel fue uno de los grandes renovadores de la prosa puertorriqueña de mediados del siglo XX. Su producción narrativa quedó, profundamente marcada por sus experiencias en la Guerra de Corea,  donde se sirve de un lenguaje sobrio, firme y dinámico que alza con valentía su voz para protestar airadamente contra la política oficial de las autoridades de su país y las lacras sociales que ha generado. El escritor de Trujillo Alto reflejaba con descarnada sobriedad los penosos efectos de la guerra en los jóvenes puertorriqueños que habían sido obligados a combatir en ella, que o bien habían perdido la vida por una causa que no era la suya, o bien regresaban a sus casas gravemente mutilados o severamente traumatizados por los horrores vividos durante su reclutamiento forzoso en el ejército norteamericano. En general, los personajes protagonistas de estos relatos de Díaz Valcárcel encarnan los arquetipos marginales de la sociedad (el cobarde, el tullido, el impotente, etc.) que, agobiados por la nostalgia de la patria y confundidos en un ámbito hostil donde se acentúa su angustia y su incomprensión, son víctimas propiciatorias de la degradación, la depresión y la aniquilación impuestas por quienes llevan la mejor parte en la batalla de la diferencia cultural.

MRR.

Referencias bibliográficas

·         Campillo, Antonio. Biopolitica, totalitarismo y globalización. )[Documento PDF]URL: http://congresos.um.es/ahha/ahha2009/paper/viewFile/6251/5991


·         Martínez, Miguel Ángel. (2011). Biopolitica de los derechos humanos: un acercamiento desde el pensamiento de Hannah Arendt. EN-CLAVES del pensamiento, núm. 9. (pp. 25-39).


·         Rodríguez, L., Torres, M. (2007). La generación de escritores del ’50 en Puerto Rico (También conocida como la Generación del ’40 ó del ‘45). Literatura Puertorriqueña. En:

·         Rodríguez, Juan Carlos. (2009). Del “trauma de la literatura” al “relato del trauma”: (con) figuraciones de la vergüenza en los relatos sobre la presencia militar norteamericana en Puerto Rico. Revista Iberoamericana, Vol. 75, (p. 1140).